MuseumMuseo Palazzo Orsini

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La inmensa masa del palacio-fortaleza de los Condes de Orsini caracteriza las fascinantes pinturas ambientales de Pitigliano, la ciudad de toba, la Pequeña Jerusalén. Comenzada a construir en el siglo XII como fortaleza por los condes de Aldobrandeschi de Sovana, en 1313 pasó a la familia Orsini para la boda de Anastasia, hija de Margherita Aldobrandeschi, con Romano y se convirtió en la residencia de la familia noble. Se llevaron a cabo nuevas obras de expansión en 1465, con motivo del matrimonio entre Niccolò III Orsini y Elena dei Conti di Montelanico, mientras que en 1520 se renovaron las estructuras defensivas para adaptarlas a las nuevas armas de fuego, en un proyecto del famoso arquitecto Antonio da Sangallo el Joven. . El palacio sigue los acontecimientos del condado de Orsini, dado a cambio de los Grandes Duques de Toscana en 1604 y en 1737 pasa de los Medici a las Lorenas, quienes modifican sus espacios internos. Los nuevos grandes duques se lo cedieron al obispo de Sovana en 1793 para convertirse en su residencia y sede de la Curia episcopal. Hoy alberga el Museo del Palazzo Orsini con 21 habitaciones que se pueden visitar y restaurar recientemente, así como el Archivo Histórico Diocesano y la Curia del Obispo.

La austera arquitectura externa, con la alta torre del encofrado animada por almenas y aparatos sobresalientes, envuelve una elegante plaza interna, anunciada por la puerta de entrada oxidada coronada por la aireada logia del Sangallo. La plaza está animada por escaleras externas, por un pórtico clásico, con columnas jónicas, por ventanas del siglo XV y por un pozo de travertino hexagonal, decorado con grandes escudos de armas del condado de Pitigliano y del conde Niccolò III y flanqueado por dos columnas con estilo. Corintio unido por un clásico arquitrabe. Particularmente elegante es el portal del palacio, entrada al museo, en travertino ricamente tallado a fines del siglo XV con festones y un emblema que alaba la lealtad militar de Nicolás III, llamado en 1495 por Venecia como gobernador en el campo de las milicias de la Serenissima: dos manos sostienen firmemente un cuello de mastín puntiagudo y el lema "Prius mori quam failere".